Comienzo el post con esta frase para resumir todo lo vivido durante el día de hoy en las redes sociales a causa de esta noticia: http://www.lavanguardia.com/sucesos/20120827/54341412149/ruth-jose-horno-crematorio.html.
Son muchas las manifestaciones que la gente ha hecho y se siguen haciendo sobre el acto llevado a cabo presuntamente por el padre de los niños de confirmarse la noticia. Mucha gente ha pedido tanto la pena de muerte como la cadena perpetua para el asesino de los niños. Con la primera evidentemente estoy totalmente en contra por una simple cuestión: el ojo por ojo no soluciona nada pero, creo firmemente en que hay que trabajar más y especialmente, el Estado para evitar que esto suceda. No puede ser que una persona cometa este tipo de crimen y en menos de treinta años esté fuera en la calle porque sinceramente me pongo en el lugar de la familia, especialmente en el de la madre y no me gustaría cruzarme con él por la calle.
Sé que es muy fácil criticar desde fuera pero yo me quedo con el grito que muchos hemos dado, ni más ni menos que, JUSTICIA. ¿Es justo que haya asesinos o personas de este calibre que estén en libertad y que la familia de la victima tenga que sufrir durante toda la vida la pérdida de una persona?. Es que somos muy progresistas en este aspecto pero si nos mataran a un miembro de nuestra familia, a nuestros hijos, hermanos, sobrinos...etc habría que ver la reacción de todas las personas que dicen ser tan progresistas al ver al asesino a los 20 años o menos, si me apuras, en la calle y a tu familiar en una tumba (eso si tienes el cadáver porque el asesino haya confesado). Y no es cuestión de ideologías, simplemente es que mucha población siente más empatía por la victima que por el agresor y es comprensible. Eso no justifica que se pida la muerte de nadie, por supuesto.
No obstante, vuelvo a reafirmarme en que jamás estaré de acuerdo con la pena de muerte porque es ponerte a la altura del asesino. Y la pena de muerte para lo que ha servido ha sido para imponer un modelo social, los gobiernos de los países que la tienen. Los reyes, sacerdotes de diferentes religiones, las cúpulas siempre han reivindicado de forma unánime, el ejercicio legitimo de la pena máxima en algunos casos: la pena de muerte.
Primero se hacía por cuestiones de venganza. Más tarde, se elaboraron leyes para que en las sentencias, de forma subjetiva el juez decidiera si condenar al acusado o no. El tercer paso, fue eliminar las técnicas de tormento como formas de interrogación a los acusados y el último paso, aún estamos luchando por él: la abolición de la pena de muerte. Por desgracia, tenemos que progresar mucho aún para que, podamos tener un mundo más justo.
Desde los primeros sistemas penales conocidos, como la Ley del Talión (recogida en el Código de Hammurabi, Mesopotamia, siglo XVII a.C), hasta las modernas legislaciones de aquellos países que conservan vigente la pena de muerte, permanece la ancestral dinámica de la venganza como respuesta a la ofensa o perjuicio recibidos. La Ley del Talión, y los sucesivos códigos de leyes que incluyen la pena de muerte, se apropian, en nombre de la justicia, de la administración de la venganza.
Y para los cristianos, recordemos que en el Nuevo Testamento, Dios protege a Caín cuando mata a su hermano. Sin embargo, siempre ha habido partidarios de la pena de muerte como pueden ser:
Los filósofos Montesquieu (1689-1755), Emmanuel Kant (1724-1804), Hegel (1770-1831) y Jaime Balmes (1810-1848).
Hasta el siglo XVIII, la potestad de la sociedad de aplicar la pena de muerte en determinados casos a uno de sus individuos, no se discutía. En las distintas culturas variaban las formas de ejecución, los delitos merecedores de la pena capital, la discriminación entre ciudadanos libres y esclavos en cuanto a su aplicación, los atenuantes o agravantes contemplados, etc., pero la pena de muerte en sí no se cuestionaba, y el discurso favorable a su aplicación apenas sufrió alteraciones a lo largo de los siglos.
La primera referencia documentada contraria a su aplicación se circunscribe a un suceso puntual. En el año 427 a.c., Diodoto, argumentando que esta pena no tenía valor disuasorio, convenció a la Asamblea de Atenas de que revocara su decisión de ejecutar a todos los varones adultos de la ciudad rebelde de Mitilene. Tucídides relata este hecho excepcional en la "Historia de las Guerras del Peloponeso".
Si nos movemos hacia España, la pena de muerte fue empleada sin interrupción hasta 1932. En este año fue abolida a causa de una reforma del Código Penal durante la Segunda República. Posteriormente en 1934, fue puesta de nuevo para algunos delitos, como el terrorismo. Y como era de esperar, más tarde Franco la volvió a restablecer en 1938 argumentando que no era incompatible con el buen funcionamiento del Estado.
Más adelante, en 1978 se abolió la pena de muerte excepto en los casos que la legislación militar establecía en tiempo de guerra. El Código Penal Militar preveía la pena de muerte como pena máxima para casos de traición, rebelión militar, espionaje, sabotaje o crímenes de guerra.El 1995, después de una larga campaña de Amnistía Internacional y de la Comunidad de San Egidio, y de las acciones de diferentes organizaciones sociales e iniciativas individuales, con el acuerdo final de todos los partidos políticos, se abolió finalmente también la pena de muerte de la legislación militar. Sin embargo, no está abolida totalmente, aún indica el art. 15 que "que queda abolida "excepto en aquellos casos que pudiera establecer el código de justicia militar en tiempo de guerra".
Actualmente, si vemos las cifras nos indican que EE.UU es junto a Arabia Saudí y China, uno de los países que más condenas de penas de muerte realizan al año. El Estado de Texas se han matado legalmente a 474 personas desde que la pena capital fue reinstaurada por el Tribunal Supremo de EE UU en 1976 tras dos años de moratoria. A Texas le sigue Virginia con 109 y Oklahoma con 96. El 42% de las personas que esperan en el corredor de la muerte, son negras y el Estado que más presos tiene esperando la pena de muerte es California.
Si miramos los datos económicos, cada ejecución le cuesta al Estado de Carolina de Norte más de dos millones de dólares. En Texas, la cifra es muy similar y supone tres veces el coste de tener a alguien encerrado en una cárcel de máxima seguridad durante 40 años.
Como bien se puede apreciar es espeluznante que haya personas que quieran que esta condena se ponga de nuevo porque no tiene justificación. Sin embargo, voy a matizar algo y es que entiendo a la familia de los niños, especialmente a la madre porque para las personas que no trabajan en cuestiones sociales y no saben que cada día llegan más y más denuncias de malos tratos a los Servicios Sociales, hospitales..etc. Hay un problema en esta sociedad porque no puede ser que maltratar a una mujer y a un menor o incluso matarlo, te lleve a la cárcel durante diez o quince años, luego salgas por buena conducta y adiós muy buenas. Tampoco se justifica ninguna enfermedad mental, ni adicción a drogas o a alcohol porque hay mucha gente que por desgracia tiene trastornos mentales o adicciones y no son asesinos ni maltratadores. Así que o se invierte más dinero en prevención para evitar que estas cosas suceden y las penas se endurecen un poco más para estos casos, donde no es que sea un crimen es que es un horror directamente o seguirán habiendo, por desgracia. Tenemos que cambiar la forma de pensar como bien me ha dicho un amigo esta tarde.
Finalmente, desde aquí mandar todo el apoyo a la familia, especialmente a la madre, porque saber que te han asesinado a dos hijos tuyos no es fácil de asimilar. Y Ruth y Jose descansen en paz. Dar las gracias a todos los que me leéis una vez más!mil gracias!=)
"El que mata, ¿debe morir o debe ser castigado? convertirnos en verdugos nos transformaría en uno de ellos"
"Enamórate de la vida y.....defiendela!"
Saludos y besos para todos!
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