......Escribir sin que cada palabra duela, sin tener que romper el papel o enviarlo a la papelera del escritorio. Y lo que es más importante sin que te puedas romperte tu mismo.
Y es que, es fácil no romperte para una persona que cuando entra a una habitación tira el corazón al pasillo y le dice:
-Esperate aquí a que termine, luego te vendrás conmigo pero no tienes derecho a entrar. Si entras querrás quedarte y sabes que no puede ser. No buscamos amor. Buscamos sexo.
Este es el principal problema que muchas personas hemos tenido. Saber que la otra persona ha tirado su corazón en el pasillo y que aunque tu quieras tirarlo por la ventana no salta, tiene vértigo. Y sabes, que acabará sucediendo, sabes que acabarás enamorandote pero aun así, te arriesgas. Te da igual, lo intentas. Esto es ser una persona que no tiene miedo a saltar a los precipicios. Y que bonito.
El amor no es escoger a una piedra con la que no puedas tropezarte, el amor es elegir la piedra que te permita tropezar con estilo, que al tropezar diariamente saques una sonrisa. Y esa piedra, puede esconderse en un bar, en una facultad, al girar la calle, en una parada de autobús..puede estar en cualquier lugar.
Hace 10 meses que no me decía a escribir. Son muchas las razones. Y es que el señor músculo que me permite sentir: enamorarme, odiar, tener aprecio, dolor.. todo tipo de emociones, decía que necesitaba descansar. Por su interior pasaron dos personas y lo ocuparon un tiempo determinado pero la pregunta es: ¿merece la pena darle una habitación a alguien en el mejor hogar que puede estar una persona como es el corazón si no quiere hospedarse?
.....Mañana más! ¡Sean felices!
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